Parafraseando a James Bond, hacedor de misiones imposibles, he querido dedicar atención al entrenador futbolístico de mayor éxito actual: Pep Guardiola.
Ser el patrón de un barco cuyos tripulantes son personas con un ego más que idolatrado, y que destilan testosterona y ambición, es harto difícil. Hacer equipo donde cada entorno de cada jugador (familia, representantes, patrocinadores, fans….), presiona para que mire por sus intereses personales antes que el bien del grupo, se antoja misión para verdaderos «cracks».
Hoy en día, y hasta que la pelotita demuestre lo contrario, Guardiola es un «Crack».
Ayer, el equipo de Guardiola, por si alguien no lo sabe es el Barcelona, perdió un partido de copa frente al Sevilla en el Nou Camp. Esto es noticia, ya que hacía mucho tiempo que no perdía en su campo, frente a su público.
Tras conseguir todos los títulos posibles en una temporada, seis, el nivel de exigencia es muy alto. Por eso, antes que su reinado finalice y se marche a otro equipo a intentar igualar la gesta, he querido observar el Lenguaje Corporal de Guardiola, y estas son mis apreciaciones:
El eternamente pensativo/preocupado
Fotografía: http://www.ligafutbol.net/wp-content/2008/09/guardiola_pep.jpg
Pese a sus casi 39 años, Guardiola tiene fijas las líneas de expresión de su frente. Este hecho hace que parezca que siempre esté pensando o que esté preocupado sobre algo. Esta expresión facial permanente provoca en el interlocutor una sensación de que la persona que le habla se toma muy en serio esa conversación.
Aquí mando yo
Guardiola con Samuel Eto´o. En un grupo donde se compite físicamente (deporte), es importante el contacto y la fuerza. En esta imagen, y aún sabiendo que Eto´o podría vencer físicamente a Guardiola, este último «somete» a su jugador. Echa su brazo sobre el cuello de Samuel, lo atrae hacía si, le obliga a agachar la cabeza, y hace que sienta su aliento en el cuello. Es una escena típica de los grandes depredadores del reino animal; león, lobo, oso…
Protejo a los míos
Guardiola con un jugador de la cantera. En la misma línea de contacto físico, protege a sus jugadores jóvenes. El brazo envuelve el cuello del jugador, dejando caer la mano sobre el pecho de este. Baja la cabeza a la altura de la del jugador, y la acerca. Mira a la cara con la barbilla baja.
No me da miedo atacar
Guardiola e Ibrahimovic. Ibrahimovic tiene un carácter dominante. Mide casi dos metros, y no habla bien el idioma. Guardiola debe utilizar recursos agresivos para «controlar» al jugador. Usa el signo de ataque de señalar con el índice acusando, además lo une al contacto para hacerlo aún mas agresivo. Mantiene la distancia, pues quiere mantener su status de líder, pero no quiere buscar un enfrentamiento, por lo que no invade la distancia íntima del jugador. Este, rehúye la lucha, mirando hacia otro lado, pero no bajando la mirada; señal de «cuidado» que yo también puedo atacar.
El trabajo de entrenador de fútbol es bastante complicado, ya que «todo el mundo lleva un entrenador dentro», por lo que sus decisiones pueden ser valoradas y discutidas. Cuando los resultados acompañan, es más fácil llevar el timón, pero cuando estos no llegan…. Desde aquí dar la enhorabuena a Pep por su trabajo.
Fuente fotográfica: Youtube
Bueno, pues para traer el lenguaje corporal de Guardiola al mundo del poker, tendremos que ser agresivos y dominantes. ¿No maestro? A ver si subes algún análisis sobre los gestos de una mesa de poker, que seguro que le sacamos mucho partido.
Saludos
Gracias por tu comentario «alumno».
Guardiola tiene una seguridad muy, muy alta en lo que hace. Cuando una persona está tan segura, puede mostrarse tan firme en sus convicciones que en muchas ocasiones raya la agresividad. El tema del poker… ya veremos si me animo a traer algo al blog.