La definición mas extendida de la empatía se condensa en una frase; «ponerse en el lugar del otro». El concepto de empatía es mucho más amplio, y además de entender o sentir lo que piensa o siente el otro, es saber actuar en consecuencia sin perder nuestra visión de la realidad, respetando y sin menospreciar o herir al interlocutor.
Las personas que saben generar empatía, suelen ser bien recibidos y apreciados en su entorno profesional y personal. Pero… ¿se puede entrenar esta habilidad?. Es difícil, pero si; se puede entrenar.
Desde el punto de vista del Lenguaje Corporal, existen distintas técnicas gestuales relacionadas con la empatía. Una de ellas es la «postura espejo»: se trata de adoptar la posición corporal de la persona con la que hablas. Esta «imitación» de postura, debe realizarse de modo natural, y que el otro no se percate conscientemente que lo estás «imitando», pues podría generar el efecto contrario. De ahí que este tipo de comportamiento deba entrenarse.
Os dejo un vídeo que me ha resultado bastante ilustrativo al respecto.
En vuestra vida diaria, si queréis «conectar» con el/la otr@, podéis empezar a probar con este ejercicio que os he presentado. Para que resulte eficiente, si el interlocutor cambia de postura, debemos cambiar también, pero no inmediatamente. Ojo, es importante que vuestra actitud sea positiva, y que os mostréis naturales.