En los seminarios y jornadas que imparto en la Universidad de Sevilla, una de las cuestiones recurrentes de los asistentes es el tema de las entrevistas de trabajo.
La entrevista de trabajo no deja de ser una situación de comunicación, donde el/la entrevistador/a desea recoger datos que le sean significativos para el puesto de trabajo a cubrir, y el/la entrevistado/a desea causar buena impresión para ser escogido.
Estos datos son los datos básicos, pero en la mayoría de ocasiones, el/la entrevistado/a acude con muchas dudas, pues desconoce qué tendría que hacer en el trabajo ofertado, así como las condiciones laborales (horarios, sueldo, compañeros…). Esta falta de información genera tensión y ansiedad, que se suma a la tensión y ansiedad por el deseo de conseguir un puesto de trabajo.
Desde este blog, quiero compartir con vosotros un fragmento de un vídeo que me ha cedido amablemente D. Miguel Ángel Garrido, profesor del Departamento de Psicología Social de la Universidad de Sevilla. En este vídeo, podemos observar la importancia de la primera impresión. Pincha en el siguiente enlace para ver el vídeo.
Causar buena impresión es esencial para que la entrevistadora tenga «predisposición» a escuchar positivamente. Pero…, desde el punto de vista del Lenguaje Corporal, ¿cómo causar una buena impresión?. Algunos consejos:
- Sonrisa sincera
Nuestra protagonista con mejor perspectiva de conseguir el empleo, entra con sonrisa, pero… es forzada, no es sincera. Aún así, sus ganas por agradar consiguen que la entrevistadora juzgue su entrada como positiva.
- Inclinación lateral del cuello (ver post de seducción)
- Movimientos seguros y suaves, sin divagaciones
- Uso de las manos; a la altura del pecho y apoyando el discurso
- Expresiones faciales
La expresividad facial, apoyando el discurso, hace parecer natural y segura. Hace entender al otro que lo que estás contando te importa y pones interés en que el otro lo entienda.
- Leve inclinación hacia adelante (señal de interés)
- Ojos abiertos y mirada a la entrevistadora
Sinceridad es la clave, la mentira tiene las patitas muy cortas.