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En el mundo de la política es bastante raro que dos miembros de un mismo partido se hagan «reproches» públicamente, cara a cara y rodeados de periodistas.

Evidentemente, en este tipo de encuentros, el que tiene más que ganar es aquel que tiene poco que perder. En este caso Francisco Igea (representante de los críticos en el partido de Ciudadanos), fuerza el reproche frente a Ines Arrimadas (actual portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos en el Parlamento de España), e incluso la llega a «amenazar» con hacer públicas una serie de conversaciones.

Más allá del tenso encuentro, donde Arrimadas mantiene el tipo, e Igea intenta desestabilizarla con «tensa tranquilidad», me ha llamado poderosamente la atención una microexpresión de Inés Arrimadas. Os recuerdo que las microexpresiones son movimientos faciales involuntarios y muy rápidos, casi imperceptibles; entre 0,07 y 0,04 segundos, y que denotan una emoción contenida que sale a la luz.

Inés Arrimadas muestra una microexpresión en su lado izquierdo de la cara (dominada por el hemisferio derecho del cerebro, que tiene más centros emocionales que el izquierdo). Os muestro el momento con tres fotografías que se desarrollan en el segundo 50 de la grabación.

En el momento de la microexpresión, Inés le estaba comentando a Francisco «…hemos estado reunidos en mi despacho dos horas…». Las palabras exactas que coinciden con el momento es «en mi despacho». ¿Qué denota esta microexpresión?. La microexpresión es una mezcla de desdén y superioridad. Denota que «en mi despacho» se hablaron de cuestiones en las que Inés salió «vencedora»… y Francisco lo sabe.

La conversación en general es una danza de cuchillos y estocadas, que cada uno encaja de la mejor manera posible.

En política, como en muchas facetas de la vida, hay que encontrar las ocasiones para lanzar uno u otro mensaje para que este logre su efecto. Igea lo intentó y Arrimadas lo esquivó.

 

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